Día 2: Atenas - Livadiá- Aráchova - Délfos
Segunda mañana amaneciendo en las calles de Atenas... ¡y última!
Vamos a aprovechar para ver el país lo más posible, por tanto, nos vamos a mover desde el día de hoy e ir más afuera de la capital, el plan que propongo para hoy incluye ya movimiento, por tanto, os recomiendo, si no lo habéis hecho ya, que alquiléis un coche ara el resto de vuestros días. Para el primer día esto no era estrictamente necesario, primero, porque dentro de la capital puedes utilizar transporte público o directamente caminar a los sitios , y, segundo, porque en Atenas el tráfico es muy desorganizado y peligroso y yo recomendaría andar lo más posible.
Por tanto, en este segundo día, os despertariais sin prisa alguna, e iríais al alquiler de coches. De camino, yo aprovecharía para coger algún detalle a tus familiares y amigos, ya que Atenas es el mejor sitio para esto. De cualquier forma, una vez en el concesionario alquilaríais vuestro coche, y con los trámites y papeleo ya terminado, os pondrías rumbo al siguiente destino... ¡Livadiá!
Esto será una parada rápida, bueno, todo lo rápida que vosotros queráis, pero para no estar demasiado tiempo en un coche. En Livadiá, buscaréis un sitio en el centro para aparcar, y os maravillaréis con el paisaje; llamados Manantiales Fríos, podréis pasear un rato junto al agua, la ría y manantiales, hasta donde vosotros queráis. Y podéis parar en un bar con vistas preciosas que encontraréis en vuestro paseo.
Una vez deis por terminada la parada, es momento de volver a montarse en el coche, ahora rumbo a Aráchova. Podríais aprovechar para comer si ya es la hora y os ha entrado hambre pero, comáis o no, esta es una parada muy recomendada para visitar este pueblo situado en la ladera del Monte Parnaso, tierra de las musas y zona muy recurrida por los atenienses para esquiar en invierno.
Finalmente, por última vez el día de hoy, os montaréis en el coche rumbo a Delfos, donde podéis picar algo, asentaros en el hotel, dar una vuelta por el pueblo y buscar un sitio para cenar, rodeados de un hermoso paisaje de vistas montañosas donde, si tenéis suerte, podréis disfrutar un atardecer precioso. Recomiendo irse a la cama prontito, ya que mañana de nuevo toca madrugar un pelín.
Comentarios
Publicar un comentario